El Sistema Inmunológico

¿Qué es el Sistema Inmunologico?

El sistema inmunológico son una serie de células, tejidos y órganos que trabajan en conjunto para protegernos de invasores externos.

Estamos rodeados por millones de bacterias, virus y otros gérmenes (microbios) que tienen el potencial para entrar en nuestro cuerpo y causar daño.

El sistema inmunológico es la defensa del organismo contra los microbios causantes de enfermedades.

A los órganos que forman parte del sistema inmunológico se les llama órganos linfoides o linfáticos.

Luego veremos que en ellos se producen y/o almacenan los leucocitos o glóbulos blancos, aunque también se almacenan en masas de tejido linfático, principalmente en forma de ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo.

Cuando hablamos de infeccioso queremos decir la incursión en el cuerpo de microorganismos que causan enfermedad.

También se pueden llamar «Agentes Patógenos».

Patógeno = que causa enfermedad.

Las enfermedades infecciosas varían desde enfermedades comunes como un resfriado, hasta enfermedades mortales como por ejemplo, el SIDA.

En definitiva, nos protege de posibles infecciones que nos pueden causar un enfermedad.

sistema inmunologico

Cualquier sustancia que desencadena una respuesta del sistema inmunitario se denomina antígeno.  Pero…

¿Qué es una Respuesta Inmunológica?

Pues es la capacidad para localizar, combatir, controlar y aniquilar a los organismos o elementos invasores.

A los elementos que forman el sistema inmunológico humano, vulgarmente se conocen como las «defensas».

Partes del Sistema Inmunologico

Los principales elementos que forman el sistema inmune son lo glóbulos blancos, también llamados Leucocitos.

Estos a su vez se dividen en 2 grupos o tipos principales:

– Los linfocitos permiten que el cuerpo recuerde a los invasores y los reconozca si regresan, pero también producen anticuerpos atacando a los invasores.

Los anticuerpos son proteínas especializadas que atrapan antígenos determinados. Los linfocitos se originan en la médula ósea.

– Los fagocitos atacan y devoran a los gérmenes invasores. Su traducción literal es «comer células».

No poseen memoria, sino que los linfocitos son los que le indican y ayudan a detectar un virus o bacteria presenciada con anterioridad.

Los fagocitos destruyen a los agentes patógenos directamente, los linfocitos crean anticuerpos que atacan a los agentes patógenos.

Los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos se encargan de transportar  los linfocitos y los fagocitos por las diferentes partes del nuestro cuerpo.

Recuerda que los fagocitos y linfocitos (células B y T), es decir los glóbulos blancos, se producen y/o almacenan en varios lugares del cuerpo, que incluyen el timo, el bazo y la médula ósea.

Por este motivo, estos órganos se denominan «órganos linfáticos».

Fagocitos

Los fagocitos, a diferencia de los linfocitos, destruyen a los antígenos por medio de un proceso llamado fagocitosis, en el cual envuelven al agente dañino, para luego destruirlo y eliminarlo del organismo.

Los fagocitos incluyen varias células diferentes.

El tipo más común son los neutrófilos, que principalmente atacan a las bacterias, pero hay 3 tipos diferentes: Monocitos, Macrófagos y Neutrófilos.

Si tenemos un nivel alto de neutrófilos quiere decir que tenemos una infección por bacterias.

Los macrófagos son la primera línea de las defensas, se encargan de destruir al antígeno en la sangre o en la célula haciéndolo literalmente pedacitos.

Estos pedacitos se unen a otras moléculas para que puedan ser reconocidas por los linfocitos T y destruidas finalmente.

La principal función de los monocitos es fagocitar partículas extrañas o microorganismos foráneos, como bacterias o virus.

Linfocitos

Los linfocitos se dividen en dos, linfocitos B y linfocitos T, también llamadas células B y T.

Los linfocitos B, tienen la particularidad de identificar y recordar los antígenos que se presentan, pudiendo combatirlos creando los anticuerpos, de modo que cuando se presenta un mismo agente patógeno, éste lo recuerda combatiéndolo con los mismos anticuerpos que utilizó la vez anterior.

Como ves estos pueden reconocer los agentes patógenos que ya nos atacaron anteriormente.

Si entra en nuestro cuerpo un agente patógeno, los linfocitos B generan los anticuerpos, pero una vez generados permanecen en el cuerpo, protegiéndonos si el agente patógeno intentará atacar de nuevo.

A pesar de que los anticuerpos pueden reconocer un antígeno y atraparlo, necesitan ayuda para destruirlo.

Esa es la función de las células o linfocitos T

Los linfocitos T, son los encargados de destruir los agentes patógenos ya identificados por los linfocitos B y en ocasiones indican a los fagocitos del peligro, para que ayuden en el proceso de eliminación y destrucción.

¿Cómo Funciona el Sistema Inmunitario?

Nuestro sistema inmunológico tiene una extraordinaria capacidad de organizarse para defendernos.

Sabe distinguir sus propias células de las células extrañas.

Cuando en el cuerpo entra un microorganismo extraño, lo primero es identificarlo y formar anticuerpos para destruirlo.

Los Glóbulos blancos, los macrófagos y los neutrófilos circulan en la sangre y se encargan de reconocer sustancias extrañas, además tienen la habilidad de recordar millones de microorganismos que han tratado de invadir nuestro cuerpo en el pasado.

Una variedad de los Linfocitos T, son los Linfocitos T4, que desempeñan un papel de mucha importancia ya que son los que activan el sistema inmunológico, es decir, cuando un germen entra en nuestro organismo es reconocido por los Linfocitos T4 que dan la señal y alertan a los Linfocitos B para crear los anticuerpos y a los T para atacar.

Los anticuerpos atacan al extraño y lo eliminan con la ayuda de los linfocitos T, pero a veces también piden ayuda a los fagocitos para eliminar el agente extraño.

Incluso, como ya vimos, los fagocitos por si solos son capaces de acabar, por ejemplo, con bacterias.

Estos anticuerpos permanecen en el cuerpo de la persona, de modo que, si el mismo antígeno regresa, el sistema inmunológico ya cuenta con los anticuerpos para atacarlo.

Cuando sufrimos una infección es una señal clara que nuestro sistema inmunológico está luchando, hay síntomas como la fiebre, la inflamación o incluso la pus de heridas o granos que dejan claro la lucha del sistema inmunológico contra los microorganismos.

Los linfocitos se almacenan en los llamados ganglios linfáticos, que se encuentran en todo el cuerpo (fíjate en la imagen de arriba el color verde). De ahí que cuando tenemos un resfriado o una gripe, se nos inflamen los ganglios que tenemos justo debajo de la mandíbula.

Tipos de Inmunidad

– Inmunidad innata: todas las personas nacen con inmunidad innata (o natural), que es una forma de protección general.

Es con la que ya nacemos.

– Inmunidad adquirida: la inmunidad adquirida o activa se desarrolla a medida que las personas se exponen a las enfermedades o se las inmuniza contra ellas mediante la vacunación.

Esto como ya sabemos se consigue gracias a los linfocitos.

– Inmunidad pasiva: la inmunidad pasiva se «pide prestada» a otra fuente y dura poco tiempo.

Por ejemplo la leche materna protege a los bebes de enfermedades.

Las Vacunas

Una vacuna no es más que introducir en el cuerpo unos pocos microorganismos de un agente patógeno en cantidad suficiente para que no nos cause la enfermedad, pero si para que nuestro cuerpo cree los anticuerpos para ese microorganismo.

Se suelen inocular (meter por jeringuilla) microorganismos muertos o vivos pero en cantidades muy pequeñas.

Si esta persona entra en contacto con el microorganismo para el cual fue vacunada, como ya ha creado los anticuerpos, las defensas se encargarán de protegerlo para que no tenga la enfermedad o ésta sea leve.

Enfermedades del Sistema Inmunitario

Los trastornos del sistema inmunológico se clasifican en cuatro categorías principales:

1.Trastornos de inmunodeficiencia (primarios o adquiridos).

2.Trastornos autoinmunitarios (el sistema inmunológico del cuerpo ataca su propio tejido como si fuera una sustancia extraña).

3.Trastornos alérgicos (el sistema inmunológico reacciona exageradamente ante un antígeno).

4.Cáncer del sistema inmunológico. El cáncer se produce cuando hay un crecimiento descontrolado de células. Esto también puede suceder con las células del sistema inmunológico.

Hay que decir, que desgraciadamente, la capacidad de evolución de los patógenos, les permite crear formas de evitar la detección por el sistema inmunológico e infectar al organismo hospedador, causando la enfermedad en el cuerpo.

Por último te dejamos un vídeo que lo explica bastante bien.

Vídeo Sistema Inmunitario

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